La trona del abuelo
Buenos días, volvemos con un nuevo trabajo, en esta ocasión os mostramos el resultado de recuperar una trona de madera, una pieza popular que ya tiene unos 80 años, es de madera de pino mobila, aunque antes del proceso no se apreciaba. Esta es la pieza en cuestión, la trajo al taller Aida Agulló, perteneció a su abuelo, la usaba de pequeño y hasta ella la usó en su infancia, y sus hijos, hoy la rescata del trastero para darle una nueva vida, ya que lleva allí fácilmente unos 10 años más.
Como se aprecia en la imagen, esta pintada en rosa, anteriormente fue blanca y marrón, el rosa está quemado del sol y el encordado de la silla está deshecho. Aquí podéis ver como está el asiento de la trona. Era un encordado sencillo, nosotros lo vamos a complicar un poco y a realzar la madera.
Aquí os mostramos la pieza, sin el encordado y con una prueba de lijado, para ver si se retiraba fácilmente el esmalte que llevaba, pero no era fácil, así que procedemos con pistola de calor a quitar la mayor cantidad de pintura posible.
Tras horas de pistola y calor llegamos a este estado de la madera, en algunas zonas aún queda pintura, con lo que una vez aquí pasamos al decapante, nada de sosa cáustica que nos la quemaría.
Aplicado el decapante, lo dejamos actuar y con un cepillo de cerdas de plástico duras, vamos retirando la pintura de los rincones donde a consecuencia de los golpes se ha quedado incrustada en la madera, no usamos el cepillo de latón porque mancharía de gris la madera y la queremos lo más limpia posible.
Una vez retirada toda la pintura, hemos procedido a aplicar cera de patinar blanca de Mary Paint, para realzar las vetas de la madera y nutrir la misma. Una vez encerada el pino cambia de color, al ser mobila, enrojece en lugar de amarillear.
En la siguiente imagen vamos a comenzar el encordado. Ante todo comentaros que lo realizamos con cuerda de algodón que en origen era de color natural. Lo hemos teñido, para ello hemos usado tinte acrílico violeta disuelto en agua, hemos introducido la bobina deshecha y vamos removiendo hasta que todo el algodón toma el mismo color, es importante remover bien para que el teñido sea uniforme. Con ésta técnica podéis teñir los tejidos en cualquier color que queráis, sencillamente combinando tintes acrílicos entre sí. El resultado que hemos conseguido es un azul añil que nos parece precioso.
En ocasiones hemos mostrado en tutoriales como realizar un encordado, a continuación os dejamos enlace Encordar una silla.
Aquí os mostramos el resultado final con el encordado, ya solo resta rematar los cabos y lista la nueva trona.
Este es el resultado final del trabajo, ha quedado preciosa.
Aquí os dejo al detalle como hemos encerado en blanca la madera y después de pulir el exceso de cera, éste es el resultado de la trona del Abuelo.
Aquí de cerca el brazo de la trona.
Y aquí con mayor nitidez, los barrotes, donde podemos apreciar el tono rojizo de la madera.
Como siempre esperamos que os haya gustado esta recuperación y que os inspire para próximos proyectos.
Y para Aida, “Vaya cosa bonita que te llevas a casa, si tu abuelo la viera no la conocería”.
Buenos días Gemma:
Trasteando en Pinterest he caído de nuevo en tu blog, donde de nuevo he podido disfrutar contemplando el desarrollo de los trabajos que nos muestras.
Gracias a ti aprendí (hace un par de años) a encordar sillas y desde entonces he reparado más de una (decapando, desmontando (si fuera necesario), encolando, pintando y encordando (remate esencial), resultándome absolutamente gratificante resucitar un mueble que, de otro modo, estaría destinado a alimentar una chimenea.
¡Gracias por tu trabajo Gemma!.
¡Internet es una hermosa herramienta!.