Hoy nos vamos al exterior y es que hay piezas que con el paso del tiempo pierden su bonito aspecto, se agrietan y se envejecen y que necesitan algún cuidado y os presento una de las que han venido a ser mimadas.

Su propietaria es compañera del curso de restauración y quería destacarla en el porche de casa así que se puso manos a la obra.

Primero: Observamos que la pieza tiene manchas de humedad, y afortunadamente no está infectada de ningún insecto, con lo que le dimos una pasada de lija para abrir el poro e hidratarla. Abajo podéis ver su aspecto inicial.

Segundo: Una vez pasada la lija con cera de color roble oscuro procedimos a encerar solamente algunas zonas de la mesa, pues el resto lo vamos a pintar. Con ayuda de una brocha y la pistola de calor, aplicamos la cera sobre la madera hasta que penetre bien y quede brillante y nutrida.

En esta imagen podéis ver como aparece el brillo en la madera y como la madera absorbe el producto. También podéis ver como aplicamos la cera con la pistola de calor.

Tercero: El siguiente paso ha sido darle una mano de agua-cola al resto del mueble que vamos a pintar, con ello, lo que conseguimos es cerrar el poro de la madera y que no absorba tanta pintura. El color irá en el resto de la mesa que no hemos encerado, para esta ocasión hemos elegido un color azul turquesa mallorca en acrílico y acabado satinado, y le hemos dado una primera mano. Como siempre os recuerdo, los tonos azules cubren muy bien las imperfecciones así que mirar como queda la tapa de la mesa. Me encanta la veta que aparece en la madera rugosa e hinchada de la humedad.

En esta imagen tenéis otra vista a contraluz, se aprecian los clavos con los que están unidos los tablones a la estructura que también hemos pintado.

Cuarto: Hemos dado una segunda mano de pintura y en esta vista podéis ver que el corte del color con la cera es irregular, queríamos que fuera así como si se hubiese caido la pintura a trozos de mitad hacia abajo. También podéis ver que como era una mesa de soporte de macetas con flores, hemos pintado un macetero al tono para poner sobre ella.

En la siguiente imagen tenemos una vista superior de la mesa, donde el color se aprecia con más intensidad.

Y por último, una imagen de la mesa terminada y puesta en su sitio, para dar la bienvenida a sus propietarios.

Las fotos no favorecen ni de cerca lo bonita que ha quedado. ¡¡Me encanta!!

Esperamos que os guste la idea y podáis ponerla en práctica.