Consola pintada a mano

Hoy os muestro esta transformación que tiene ya un rincón especial en mi corazón. Visitando a su propietario para unos encargos, la tenían en un cuartito con la comida de los perros y era una de esas piezas que no quería recuperar. Yo y mi compañera Conchi en cuanto la vimos nos enamoramos de ella, es de esos muebles que te gritan ¡¡¡Rescátame!!!. Así que convencimos a su propietario para que nos diera el permiso de transformarla a nuestro gusto y que cuando la acabásemos se la devolveríamos y que el decidiese si se la quedaba o no.

Así llegó al taller, como se ve en la foto desnutrida, avejentada y muy triste.

Aquí os muestro el estado de la tapa.

El primer paso fue lijarla, con ello retiramos suciedad y también mucha sequedad y manchas de humedad.

El siguiente paso fue pintarla de blanco. La cubrimos toda, pero luego decidimos que el sobre se quedaría en madera así que retiramos la pintura. Elegimos el color blanco antiguo de Mary Paint, pues ya sabíamos que efecto final queríamos conseguir.

Soy una enamorada de Italia y sus muebles blancos pintados a mano en tonos azules aún se pueden encontrar en muchos de sus palacios clásicos, aunque ya quedan muy pocos.

Aquí os muestro de cerca el estado de la madera con la primera mano de pintura. Cuando aplicamos esta primera mano, lo hacemos en capas finas, que no os importe no cubrir la pieza por completo.

En la siguiente os muestro la parte inferior que es la que peor estaba. Como detalle fijaos que hemos puesto unos tacos, (de esos que sobran de los palets) bajo las patas para poder pintarlas bien, sin necesidad de inclinar o levantar la pieza, esto os ayudará siempre en sillas, mesas y demás piezas. Nosotras los usamos a menudo.

En esta foto podéis ver ya el sobre lijado, quedan restos de blanco y los hemos dejado para dar mas efecto al resultado final.

En esta imagen la pieza ya está terminada de pintura y al fondo mi compañera Conchi con su traje de quirófano, y es que son comodísimos para pintar.

Ya el siguiente paso fue decorar con pintura, lo hicimos de la siguiente manera: Elegimos el motivo y lo pasamos a lápiz sobre papel vegetal, ya que necesitábamos espejo para hacerlo a ambos lados. Marcamos los motivos sobre el mueble repasando el lápiz de papel vegetal sobre la pieza, también con lápiz, de esta forma, la otra cara del papel también recibe el carboncillo y al darle la vuelta podemos marcar de nuevo con este el motivo. No sé si me explico, si no os haré un ejemplo en otro momento.

Para el color de los motivos elegimos el azul vintage de Mary Paint y las sombras en Lino y Chocolate. Aquí os muestro los cajones a espejo uno del otro.

Para el detalle de las patas elegimos ese mismo motivo pero en otra posición, como ya os he comentado,  los motivos estaban en papel vegetal con anterioridad y todo el mueble estaba estudiado por espacio y tamaño. Fue Isabel C. una compañera del taller quien se responsabilizó de darles el color y fue toda una odisea porque cómoda no estaba mucho para pintar.

En el frontal de la pieza elegimos poner unas cráteras, en color lino sobre el fondo azul.

Una vez terminado el color aplicamos sobre el sobre, cera incolora con pistola de calor y lo dejamos secar hasta la entrega que fue cuando se pulió la cera. En la parte inferior pintamos una fina linea también azul para darle mas integración con el resto.

Una vez terminado realizamos el desgaste y es que estaba tan deteriorada que queríamos resaltar esas zonas.

Por supuesto se hizo a mano, yo no usaría la máquina de lijar para dar este efecto, cuesta más pero el resultado es el más natural.

El motivo que vemos aquí también se pinto a espejo con respecto al otro lado de la pieza.

En los cajones, se desgastaron los bordes de los mismos así como la caja donde entran.

Aquí os muestro el otro lateral, como veis, el ave también apunta hacia la Crátera.

 Para finalizar, hemos limpiado los restos de lápiz de la pintura con un paño húmedo ya que al ser lavable no se mancha y luego procedimos a darle cera de patinar líquida incolora de Lakeone, que le aporta al blanco antiguo un tono amarillento y le da ese aspecto antiguo que buscábamos.

Para terminar os dejo nuestra Consola pintada a mano ya terminada y con algo de atrezzo, aunque no necesita nada.

Para pena mía, a su propietario le ha encantado el cambio y se la queda, así que como recuerdo la dejo aquí, para poder contemplarla de vez en cuando y recordarla, aunque no creo que se me olvide nunca.

Os añado fotos de la misma ya en su lugar final.

Esperamos que os haya gustado el resultado y como siempre que os aporte ideas para futuros proyectos.  Muchas gracias por visitarnos.