Para pintar con brocha y conseguir un acabado perfecto hay que tener en cuenta una serie de puntos muy sencillos y que os ayudaran a conseguir ese acabado de profesional. Os voy a describir paso a paso el proceso:

Paso 1. Elegir la brocha. Cuando vamos al pasillo de las brochas en los almacenes de pintura, nos encontramos con tanta variedad que al final puede que no cojamos ninguna o que elijamos una que no nos sirve para nada. Yo soy partidaria de usar una brocha de muy buena calidad de esta forma compensamos un poco la falta de experiencia y el resultado es mejor. A continuación os muestro la que nosotros usamos generalmente.1-pintar-con-brocha-acabado-perfecto

Vamos a elegir una brocha que cuando la pasemos por el dorso de la mano, la notemos suave y que sus cerdas se abran.

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Comprobaremos que el casquillo de metal que sujeta las cerdas esté fuerte y que no pierda pelo.

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Y para finalizar que la punta de la brocha acabe en bisel, es decir, que las cerdas van de mas grueso por el casquillo a mas fino por las puntas y que es la que nos da el acabado mas uniforme y perfecto.

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Paso 2: Coger la brocha. Tomaremos la brocha como si fuera un lápiz, entre los dedos pulgar e índice, con el resto de dedos sujetaremos el borde del casquillo sin apenas tocarlo. De esta forma, cuando extendemos el brazo al pintar, nos permitiremos dar brochazos mas largos y parejos.

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Paso 3: Preparar la pintura. Siempre que vayamos a pintar debemos tener a mano un envase, a ser posible de cristal y redondo, en el que verter la pintura, con capacidad suficiente para introducir la brocha que vamos a usar y que nos permita descargarla con facilidad.

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Siempre que abramos un envase de pintura, debemos de remover el contenido del mismo, en movimientos circulares, con alguna varilla que hayamos destinado para ello, nosotras en el taller usamos los palillos chinos que van muy bien y son largos y fuertes.

No agitar nunca la pintura pues pueden aparecer burbujas que estropearían la terminación.

Una vez removida la pintura, la vertemos en el envase, ocupando con pintura un tercio del mismo, tal y como os muestro en la foto anterior. Añadir a esta cantidad de pintura una cuchara grande de agua o aguarrás según el medio que vayamos a usar y remover en movimientos circulares, hasta homogeneizar la mezcla.

Paso 4: Sumergir la brocha. Debemos de introducir sólo un tercio de la longitud de las cerdas en la pintura, ya que si se sumerge más, el pelo se llena de pintura y se pierde su elasticidad con lo que nos impide extender bien la pintura y quedarían zonas muy cargadas de pintura.

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Cuando saquemos la brocha del recipiente, a la hora de escurrir la pintura de la brocha, no lo haremos nunca en el borde del envase, ya que nos provoca que se introduzca aire entre las cerdas, lo escurriremos justo en la parte del recipiente justo encima de donde acaba la pintura.

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Paso 5: Pintar la superficie. La primera mano de pintura que apliquemos a la madera, debe ser una mano fina, la pintura la debemos aplicar siempre del centro hacia los lados en las partes planas del mueble, procurando que la pintura cubra toda la superficie, es como si manchamos la madera.

Esta primera mano seca muy rápido y nos da adherencia para las manos siguientes. La última pasada que demos a la superficie la haremos lo más recta posible y cuando nos acerquemos a las esquinas, levantaremos la brocha un poco para evitar sobrecargar la zona y dejar chorretes, además de conseguir un acabado mas parejo.

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No presionar nunca la brocha contra la superficie a pintar pues descargará mas pintura de la necesaria y dejará imperfecciones en la superficie.

Cuando las superficies sean muy extensas, debemos dar una mano de pintura en sentido contrario a la veta de la madera para asegurarnos de que quede bien cubierta la zona y la última en el sentido de la misma.

No olvidéis pasar una mano de lija fina entre capa y capa, para retirar motas de polvo o pintura que se haya podido quedar en la superficie, para ello usar una lija fina de esponja que facilitan mucho el trabajo.

Cuando pintéis superficies circulares, patas redondeadas de mesas y sillas, etc. se extenderá la pintura con pequeños brochazos circulares con la punta de la brocha, pequeños golpecitos alrededor del tubo hasta cubrir la superficie.

Cuando veáis que la pintura sobrepasa la mitad de la longitud del pelo de la brocha debéis lavarla y secarla, ello os asegurará la elasticidad de las cerdas y el acabado perfecto al pintar con brocha.

Siguiendo estas indicaciones conseguiréis un acabado profesional y os resultará muy sencillo pintar con brocha cualquier superficie que os propongáis. Esperamos que os resulte de ayuda y si os queda alguna duda, por favor, no dudéis en consultarla.

 

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